Ya hemos visto en entradas anteriores el método de 5 pasos para obtener el control de nuestras «cosas» (asuntos pendientes, tareas incompletas, compromisos adquiridos,…), de manera que conseguimos liberar nuestra mente para enfocarnos en lo realmente importante, que es llevar a cabo esas «cosas» que tenemos que hacer, en lugar de estar dándole vueltas a que es lo que deberíamos estar haciendo, o que es lo que se nos ha olvidado. Si recordamos, esos 5 pasos son:
- Capturar
- Aclarar
- Organizar
- Reflexionar
- Hacer
Pero… ¿cómo sabemos que «cosas» son, esas realmente importantes en las que enfocarnos?, porque te habrás dado cuenta de que en ningún momento hemos asignado prioridades a las tareas/acciones de nuestras listas. Esto es debido a que en GTD, la prioridad de las acciones se fundamenta en un modelo de 6 niveles de perspectiva, mediante el cual revisamos nuestro propio trabajo, para asegurarnos de que nuestras acciones están alineadas con nuestros objetivos a corto, medio y largo plazo. ¿Y qué es esto de los niveles de perspectiva?. Pues voy a intentar explicarlo, porque cuando se entiende esto, es cuando se alcanza a comprender el verdadero alcance y dimensión de esta metodología.
David Allen en Organízate con eficacia, utiliza la analogía del avión, siendo nuestras listas de siguientes acciones la pista de despegue y recorriendo de forma jerárquica los siguientes niveles de perspectiva según el avión va ganando altura. En resumidas cuentas se trata de capturar nuestros objetivos a corto, medio y largo plazo, de una forma visual, para poder revisarlos siempre que sea necesario, comprobar si efectivamente, nuestras acciones van encaminadas a lograr dichos objetivos, y en caso contrario, poder cambiar el rumbo de nuestras acciones.
Los 6 niveles de este modelo, a los que me refiero como horizontes, son los siguientes:
- Horizonte 0. Listas de siguientes acciones. Son todas las tareas/acciones que tienes pendientes en este momento, se incluyen todas las listas de Próximas Acciones (En la Oficina, En Casa, Llamadas, Recados…), Agendas, Calendario y En Espera/Delegado.
- Horizonte 1. Proyectos. Ya sabes que en GTD cualquier tarea que requiera más de una acción, se considera un proyecto y que deberías tener una lista de los proyectos en los que estás trabajando actualmente. Independientemente de la envergadura del proyecto (comprar el regalo de cumpleaños a tu pareja, o poner en marcha un negocio), estos son tus compromisos, contigo mismo o con otros, a corto plazo.
- Horizonte 2. Áreas de responsabilidad y centros de enfoque. Aquí llegamos a un nivel de cierta abstracción, pues ya no se trata de acciones concretas que debes realizar y que tu lista de tareas o el propio día a día te van exigiendo, si no de diferentes aspectos de tu vida con los que, por diferentes motivos, estás comprometido. Aspectos personales como, familia, pareja, hijos, amigos, finanzas, salud, bienestar, ocio…, aspectos profesionales como, planificación, desarrollo de negocio, ventas, atención al cliente, desarrollo de aplicaciones, marketing, I+D…, o aspectos de responsabilidad social con los que puedes estar comprometido como, cooperación, voluntariado, activismo político o sindical, etc. Lógicamente, los proyectos con los que te comprometas, deberían estar en sintonía con tus áreas de responsabilidad y centros de enfoque, ya este horizonte será tu principal referencia para mantener alineados tus proyectos y acciones (objetivos a corto plazo), con tus objetivos a medio y largo plazo.
- Horizonte 3. Metas y objetivos. Se trata de los logros que quieres alcanzar a medio plazo (entre 1 y 2 años). Aquí te recomiendo que seas ambicioso, pero los objetivos deben ser concretos, nada de ambigüedades; algunos ejemplos podrían ser: conseguir un ascenso en mi empresa, duplicar el volumen de ventas de mi negocio, liquidar la hipoteca, hacer un viaje al sudeste asiático o dar la vuelta al mundo en bicicleta. De estos objetivos a medio plazo, emanarán tus áreas de responsabilidad y aquellos aspectos en los que tendrás que enfocar tu atención, para no perder la perspectiva en el corto plazo, de forma que los proyectos con los que te comprometas, te ayuden a avanzar hacia estos objetivos, y que no sean elementos externos los que marquen tu agenda.
- Horizonte 4. Visión. Aquí se trata de visualizarte a ti mismo en un futuro, no muy lejano (entre 3 y 5 años). ¿Cómo te ves en el futuro?, ¿cómo te sientes al haber alcanzado las metas que te habías marcado?, ¿qué tal te sienta el éxito?. La visualización es una poderosa herramienta de motivación y una excelente manera de ayudar a nuestra mente a establecer los mecanismos necesarios, para convertir en realidad los objetivos fijados.
- Horizonte 5. Propósito y principios. Este es el más alto de los niveles de perspectiva, el propósito te servirá de faro para seguir la dirección correcta, los principios representan esos valores, que para ti son inalienables, que deberán ser siempre respetados mientras recorres el camino. De tu propósito de vida y principios emanan el resto de niveles de perspectiva.

Como puedes ver, según vamos escalando horizontes de perspectiva, vamos accediendo a niveles superiores de autoconciencia, por lo que como podrás intuir, el autoconocimiento será un factor clave de tu efectividad personal.
Espero haber sido capaz de darte una idea general de lo que significan los niveles de perspectiva en GTD, lo que David Allen denomina la dimensión vertical de la metodología. En próximas entradas veremos como dar forma a los diferentes horizontes, así como técnicas para profundizar en nuestro autoconocimiento.
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Gracias y hasta pronto.
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